domingo, 30 de noviembre de 2008

Críticas

Sigmund Freud y sus teorías han recibido gran cantidad de críticas por parte de diversos autores: Karl Popper lo critica en su trabajo sobre la filosofía de la ciencia por basar su teoría en hipótesis no falsables y por replantear la evidencia cuando no confirma las hipótesis recurriendo a lo infalsable. En su modelo de demarcación de la ciencia, Karl Popper tomó al psicoanálisis como ejemplo de seudociencia, en contraste con la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Popper observó que mientras las condiciones de refutación de las hipótesis de Einstein estaban determinadas con precisión y Einstein estaba dispuesto a empezar de nuevo si la evidencia no las sustentaba, las teorías de Sigmund Freud eran infalsables y le permitían reinterpretar la evidencia para mantener las hipótesis pese a la falta de sustento empírico.

Adolf Grünbaum considera que el psicoanálisis sólo es infalsable en la situación analítica por la relación circular que genera en las explicaciones sobre deseos inconscientes. Grünbaum considera que la teoría sí puede ser falsada y, de hecho, resulta ser falsa.

En la década de los
años 60, Hans Eysenck recopiló y criticó todos los estudios existentes sobre la efectividad del psicoanálisis. El resultado fue que el tratamiento psicoanalítico no supone ninguna mejora sobre la tasa de remisión espontánea (sin tratamiento) de las neurosis (Ver sus libros Decadencia y caída del imperio freudiano [1]). Eysenck afirmó que Freud "fue, sin duda, un genio; no de la ciencia, sino de la propaganda; no de la prueba rigurosa, sino de la persuasión".

Freud es criticado también por varios autores por haber falseado los resultados de sus investigaciones. Historiadores y periodistas han mostrado que hay una gran divergencia entre la evolución de los casos clínicos tal como Freud los relata en sus textos y los casos reales. Uno de los casos más famosos es el de Sergei Pankejeff (el hombre de los lobos), investigado por la periodista Karin Obholzer. Pankejeff sufría de una grave neurosis y de pesadillas recurrentes que le impedían valerse por sus propios medios. Freud interpretó los sueños del paciente concluyendo que estaban relacionados con un trauma sexual de su infancia. Según Freud, al comunicarle el origen de su problema, Pankejeff se curó completamente. Sin embargo, las investigaciones mostraron que la historia fue muy distinta. No sólo Pankejeff nunca se curó, sino que siguió siendo tratado por otros psicoanalistas hasta su muerte, y su estado durante ese tiempo empeoró considerablemente. Pankejeff cobraba un sueldo mensual a cargo de la Fundación Sigmund Freud con el propósito de mantenerlo oculto en Viena para que el fraude no se hiciera público.

Diversos movimientos
feministas critican a Freud por explicar a la mujer como un hombre sin falo y por el concepto de "envidia del pene". Las minorías sexuales critican también su teoría por considerar la homosexualidad como una perversión. El gran impacto cultural de las teorías de Freud sobre el desarrollo psicosexual popularizó la idea de la homosexualidad como una enfermedad, aumentando en la primera mitad del siglo XX la internación de homosexuales en institutos de salud mental. Al considerarlo una patología, tanto Freud como muchos de sus seguidores impidieron que personas homosexuales se formaran como psicoanalistas. El tratamiento psicoanalítico fue utilizado durante varias décadas para intentar curar la homosexualidad, promoviendo el surgimiento de varias psicoterapias con este mismo objetivo que se basan en algunas de sus teorías. Sin embargo esto denota una contradicción al mismo Freud, que sostuvo realmente en muchos de sus trabajos explicaciones acerca de la "inversión sexual" como el resultado de una "elección de objeto", que no demanda un juicio moral o ético ni el veredicto de "sanidad o insanidad" al sujeto y tomando como ejemplo a los antiguos griegos y a grandes figuras de la historia, exime de culpas a los homosexuales limitándose a advertirles sobre los problemas que pueden tener en la sociedad.
Ciertas corrientes de la
psicología moderna (principalmente la psicología cognitiva, la psicología biológica y psicología conductista) descalifican su trabajo como seudocientífico. La mayor parte de las teorías de Freud han sido abandonadas al no ser consistentes con los hallazgos de la psicología experimental y la biología.

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